A la ciudad del Darro llegó uno de los personajes más enigmáticos de la novela
Grabado de mediados del XIX. Ribera del Darro, actual Avenida Reyes Católicos |
Entre los años finales del siglo XIX y los primeros del XX, Aurelio hace un viaje desesperado huyendo del frío y de la soledad. Este viaje "iniciático" le llevará desde la oculta y remota tierra de Las Hurdes, en Cáceres, hasta Granada, pasando por Ávila y toda la Mancha.
Al llegar a Granada Aurelio no ha conseguido separarse del frío, pero si descubre una ciudad cálida y acogedora.
En el antiguo mercado de la plaza de San Agustín entra un mundo desconocido de colores y sabores.
Extracto de la novela:
"Atravesó la Mancha entre enero y febrero y no sintió calor. El frío le consumía al tener que dormir al raso. En abril por fin llegó a Granada, pero la nieve presidía la imagen de fondo de la ciudad.
(...)
Recorrió la ciudad y le gustó, era un lugar acogedor, agradable. Le entró hambre. Vio un carro cargado de fruta salir de una calleja y entró por ella. Llegó al mercado de San Agustín y se sintió dichoso..."
Aurelio no podrá quedarse en Granada, y el destino le llevará hasta Málaga, donde sin él pretenderlo se convertirá en un personaje clave en la vida de Pepe Fuentes.
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