Los versos de Gustavo Adolfo Bécquer cautivan a Pepe Fuentes en un momento muy especial de la novela.
Cortina del Muelle años 20 |
Él aún trabaja en la construcción del Hotel Príncipe de Asturias, pero su vida está vacía... "1925 fue un año de días vacíos y noches completas. Cada mañana al levantarme, trabajaba, trabajaba y trabajaba, con la única esperanza de que al llegar la noche pudiera empezar a soñar".
Hotel Príncipe de Asturias (Miramar) |
Extracto de la novela:
"Cada tarde, al volver a casa, me aseaba, cenaba en silencio mientras escuchaba a Rosa y Aurelio hablar de sus cosas. Terminaba de comer, les deseaba buenas noches y me encerraba en mi habitación, allí encontraba el único refugio a mi dolor.
«Si te turba medroso en la alta noche tu corazón / al sentir en tus labios un aliento abrasador, / sabe que, aunque invisible, al lado tuyo respiro yo.»
Leer antes de dormir me llevaba cada noche a un mismo sueño. Al quedar dormido, llegaba en volandas hasta la casa de Pilar. La veía salir alegre a la calle, yo la esperaba con miedo, pero ella se acercaba a mí, se cogía de mi brazo y paseábamos por el parque."
Lateral del Parque en los años treinta |
Su soledad tendrá una respuesta en el capítulo llamado "Rima de primavera" donde Bécquer también interviene...
No hay comentarios:
Publicar un comentario